jueves, 19 de enero de 2017

LA SOCIEDAD FEUDAL

LA SOCIEDAD FEUDAL





Comparado con los días de hoy, la sociedad feudal es reconocida por una movilidad social muy restringida. En otras palabras, esto significa que el individuo perteneciente a un determinado orden acabaría manteniéndose en ella hasta el final de su vida. Dividida en tres grandes estamentos, la sociedad de la época era genéricamente repartida entre clero, nobleza y campesinado. Desde el punto de vista cultural, puede ser la estabilidad de este modelo de organización puede ser comprendida a través del fuerte sentimiento religioso de la época. Según los estudios de historiadores como Georges Duby (1919-1996), la organización social de la edad media fue considerada como un plan divino que debe seguirse pasivamente por todos los cristianos. Ir en contra de las desigualdades y la explotación de esa época significaba enfrentar una armonía procedente de los cielos. El clero ocupaba la cima de la jerarquía social. Entre el final de la antigüedad e inicio de la edad media, la iglesia tuvo un conjunto de reglas que permitieron la expansión del cristianismo en todo el mundo. Además, los miembros de esta orden tuvieron gran influencia entre los grandes hacendados y los reyes de la época. Con el tiempo, la institución ha acumulado tierras y sus conocimientos en una época cuando la lectura y la escritura eran un privilegio de pocos. Luego tenemos la presencia de la nobleza, que regía el control sobre los feudos y el paisaje político todo el tiempo. Los principales propietarios eran miembros de la alta nobleza, reconocido por los títulos de rey, príncipe, archiduque, duque, marqués y conde. A continuación pasamos a la pequeña nobleza, siendo compuesta de vizcondes, barones y caballeros. Estos últimos eran los representantes de las fuerzas militares que garantizaron la protección de las propiedades más expresivas. La mayoría de la población consistía en campesinos feudales. Eran responsables de la obra en la tierra y la producción agrícola. En la mayoría de los casos, los agricultores trabajaban en sistema de servidumbre y acabaron sometiéndose a las exigencias de un señor feudal. Ligado a una dura rutina de servicios, muchos campesinos sufrieron penuria esperando a ser recompensados por la salvación de sus almas. Además de estos representantes clave de la sociedad medieval, todavía podemos hablar acerca de la existencia de los villanos y de los esclavos. El villano era un individuo libre que ofrecía su fuerza de trabajo temporalmente a un señor feudal. De esta manera, podía trabajar entre diferentes propiedades y estaba libre de los vínculos serviles tradicionales. Los esclavos eran ya bastante escasos en esta época y eran generalmente responsables de realizar las tareas domésticas.

Fuente original: Escuelapedia.com
¿Qué fue el feudalismo?
Fue un sistema político, social y económico que se desarrolló en gran parte de Europa Occidental desde fines del siglo IX hasta fines del siglo XII. Este sistema tuvo sus orígenes en el colonato romano y se perfeccionó entre los francos, a la muerte de Carlomagno, cuando el reino se dividió y el poder real fue reemplazado por el de los señores feudales.
¿Cómo estaba dividida la sociedad?
Por aquel entonces no había clases sociales sino estamentos; es decir que no había movilidad social y el que nacía pobre moría pobre. Existían tres estamentos: los caballeros (los que luchaban), los sacerdotes (los que rezaban) y los campesinos (los que trabajaban). Los campesinos eran el sostén económico de los sacerdotes y los caballeros. Se suponía que este orden era divino, que Dios lo había dispuesto así; por lo tanto, de acuerdo a la concepción de la época, quien se oponía a este orden, se oponía a Dios.
¿Cómo eran los castillos feudales?
Se construían en lo alto de las montañas para poder vigilar la zona y controlar los trabajos de los campesinos y los posibles ataques de los enemigos. Casi todos tenían una muralla exterior defensiva y otra interior. Entre las dos murallas había un patio que servía de refugio en caso de ataque.
¿Qué era el vasallaje?
Era un contrato que se establecía entre el señor y sus subordinados donde se establecían obligaciones mutuas. Por lo general el señor se comprometía a velar por la vida de sus vasallos y éstos a obedecerle y proveerlo de alimentos y servicios personales, que incluían acompañarlo en la guerra.
¿Quiénes eran los siervos?
La mayoría de la población de la sociedad feudal estaba compuesta por siervos, es decir, campesinos sometidos a servidumbre que no eran libres de elegir a su señor o de trasladarse a otro castillo. Debían cultivar las tierras del señor o de la iglesia y pagar impuestos o diezmos según el caso.
¿Cómo y por qué terminó el feudalismo?
Este sistema cerrado tenía sentido en tanto la gente se sintiera en peligro frente a las continuas invasiones de diversos pueblos. Así fue en la época de su florecimiento, pero cuando cesaron las invasiones y la gente se sintió segura, comenzó a querer salir del aislamiento a que la sometían los señores. Así surgieron los burgos, pequeñas aldeas que rodeaban a los castillos feudales pobladas por artesanos y comerciantes que practicaban una economía libre, en la que la moneda y los productos circulaban con fluidez. Surgieron así los gremios de artesanos y comerciantes que fueron adquiriendo el poder suficiente como para competir y derrotar al sistema feudal. Los señores debieron salir del aislamiento y reconocer los derechos de los burgos y de sus habitantes: los burgueses.

Comparado con los días de hoy, la sociedad feudal es reconocida por una movilidad social muy restringida. En otras palabras, esto significa que el individuo perteneciente a un determinado orden acabaría manteniéndose en ella hasta el final de su vida. Dividida en tres grandes estamentos, la sociedad de la época era genéricamente repartida entre clero, nobleza y campesinado. Desde el punto de vista cultural, puede ser la estabilidad de este modelo de organización puede ser comprendida a través del fuerte sentimiento religioso de la época. Según los estudios de historiadores como Georges Duby (1919-1996), la organización social de la edad media fue considerada como un plan divino que debe seguirse pasivamente por todos los cristianos. Ir en contra de las desigualdades y la explotación de esa época significaba enfrentar una armonía procedente de los cielos. El clero ocupaba la cima de la jerarquía social. Entre el final de la antigüedad e inicio de la edad media, la iglesia tuvo un conjunto de reglas que permitieron la expansión del cristianismo en todo el mundo. Además, los miembros de esta orden tuvieron gran influencia entre los grandes hacendados y los reyes de la época. Con el tiempo, la institución ha acumulado tierras y sus conocimientos en una época cuando la lectura y la escritura eran un privilegio de pocos. Luego tenemos la presencia de la nobleza, que regía el control sobre los feudos y el paisaje político todo el tiempo. Los principales propietarios eran miembros de la alta nobleza, reconocido por los títulos de rey, príncipe, archiduque, duque, marqués y conde. A continuación pasamos a la pequeña nobleza, siendo compuesta de vizcondes, barones y caballeros. Estos últimos eran los representantes de las fuerzas militares que garantizaron la protección de las propiedades más expresivas. La mayoría de la población consistía en campesinos feudales. Eran responsables de la obra en la tierra y la producción agrícola. En la mayoría de los casos, los agricultores trabajaban en sistema de servidumbre y acabaron sometiéndose a las exigencias de un señor feudal. Ligado a una dura rutina de servicios, muchos campesinos sufrieron penuria esperando a ser recompensados por la salvación de sus almas. Además de estos representantes clave de la sociedad medieval, todavía podemos hablar acerca de la existencia de los villanos y de los esclavos. El villano era un individuo libre que ofrecía su fuerza de trabajo temporalmente a un señor feudal. De esta manera, podía trabajar entre diferentes propiedades y estaba libre de los vínculos serviles tradicionales. Los esclavos eran ya bastante escasos en esta época y eran generalmente responsables de realizar las tareas domésticas.

Fuente original: Escuelapedia.com

EL ISLAM Y OCCIDENTE

EL ISLAM Y OCCIDENTE



ORIGENES DEL ISLAM
El Islam -religión que nació como una secta sincrética que unía elementos del judaísmo con los del cristianismo- supone una experiencia religiosa originalísima, en perfecta armonía con el entorno en el que surgió: el desierto atravesado por las caravanas de comerciantes, ciudades bulliciosas en los oasis donde se entrecruzan los caminos, predicadores de la religión abrahámica y anacoretas que buscan a Dios en la soledad, la mortificación y la meditación.
Mahoma es un creyente radical capaz de percibir en el rostro invisible de Dios su lado más misericordioso, de modo que todas las suras del Corán se inician invocando precisamente su misericordia. Su fe impetuosa le atrae pronto adeptos; en su familia en primer lugar, porque estamos en una cultura de clan, pero pronto entre los ciudadanos de Medina y La Meca, y en nuestros días por todo el mundo.
Mahoma cree, recibe directamente de Dios el texto sagrado y funda el Islam, la religión de los sumisos a la voluntad suprema del Creador. Una religión de teología absolutamente simple, y de una fecundidad asombrosa.

VIDA DE MAHOMA 
Mahoma, nació en La Meca, en 571. Profeta árabe, fundador de la religión musulmana. A los seis años quedó huérfano y fue recogido por su tío Abú Talib, al que acompañó en sus viajes de comercio.

A los veinticinco años Mahoma se casó con la rica viuda Jadicha, de quien era criado; Jadicha le dio una hija -Fátima-, además de una posición social más desahogada como un comerciante respetado en la ciudad. Conoció -si bien superficialmente- las dos grandes religiones monoteístas de su época a través de las pequeñas comunidades cristiana y judía que habitaban en La Meca y quizá también por sus viajes de negocios. Con tan escasa cultura -pues probablemente era analfabeto- se permitió crear una religión que serviría de base para toda una cultura de difusión universal.

A los cuarenta años Mahoma comenzó a retirarse al desierto y a permanecer días enteros en una cueva del monte Hira, en donde creyó recibir la revelación de Dios -Alá-, que le hablaba a través del arcángel Gabriel y le comunicaba el secreto de la verdadera fe.
En Medina, Mahoma se convirtió en un caudillo no sólo religioso, sino también político y militar. Mahoma fue personalmente el creador de la teología islámica, que quedó reflejada en el Corán, único libro sagrado de los musulmanes; es una colección de sentencias que se suponen inspiradas por Alá y que fueron recogidas en vida del profeta y recopiladas hacia el 650.

En los dos últimos años de la vida de Mahoma el Islam se extendió al resto de Arabia, unificando a las diversas tribus paganas que habitaban aquel territorio.

EL ISLAM CLASICO
El islam clásico es un período en la Historia de la civilización islámica que comienza en la Arabia pre-islámica. Las tribus árabes con Mahoma a la cabeza comenzaron en el siglo VII (primero de la Hégira) un movimiento (a la vez migratorio, de expansión cultural y religiosa y de conquista militar) que duró nueve siglos; hasta finales del siglo XV, en que, por un lado se produce el fin del Reino de Granada (último reino musulmán de al-Ándalus, 1492), y por otro comienza el apogeo del Imperio otomano (toma de Constantinopla, 1453).
  
EN EL RESTO DEL VIEJO MUNDO

La historiografía clásica considera que la expansión fuera de Arabia fue resultado de una rápida expansión militar, dándola por finalizada a mediados del siglo VII, y han comparado esta expansión con las campañas de Alejandro Magno. Hay una visión excéntrica del proceso (divulgada en los años 1970 y original de Ignacio Olagüe Videla La Revolución islámica en Occidente, 1966-1969), según la cual se niega que se hubiera producido una invasión (que entiende imposible debido a la escasa población árabe y la pobreza de sus medios logísticos, que no le permitirían realizar grandes operaciones militares, ya sea a través del mar o del desierto, y, aún menos, derrotar a tantos pueblos en tan poco tiempo) sino un "un clima revolucionario que permitió el brote de nuevos conceptos".
En la segunda mitad del siglo VII tienen lugar más conquistas y la expansión llega a sus límites de fronteras estables que perdurarán así durante siglos. Es el dominio de las dinastías de los omeyas y los abasidas. Por occidente llegaron hasta Hispania y por oriente hasta China e India.
La conquista y expansión fue un fenómeno sorprendente realizado en relativamente poco tiempo y con aparente facilidad. Se dieron esas circunstancias por varios motivos, unos aportados por los propios árabes y otros por el enemigo común a todos ellos.
Los árabes musulmanes contaban en su provecho con una firme convicción religiosa, una cohesión guerrera heredada del mundo tribal de que procedían, una fuerza suficiente para poder vencer, una tendencia especial a saberse mover y controlar las rutas y además, una gran habilidad para pactar con el enemigo. Los puntos fortificados se iban rindiendo no sólo por el empuje de las armas sino por la oferta de capitulaciones benignas que aseguraban el respeto a la situación personal, jurídica, religiosa y administrativa de los cristianos, judíos y mazdeos, quienes inmediatamente pasaban a ser protegidos (dimmíes).

SURGIMIENTO DEL CRISTIANISMO

SURGIMIENTO DEL CRISTIANISMO


Para el año 30 los romanos adoraban varios dioses que provenían de la religión de los griegos. La tradición permitía que la gente siguiera a cualquier dios según su propia voluntad. Como resultado de esta libertad religiosa, múltiples sectas y creencias habían florecido por todo el Imperio Romano.

Fue en este ambiente que surgió un nuevo comportamiento religioso. Al principio los romanos pensaron que solamente se trataba de una secta judía más, pues había varias de ellas en su territorio. Este grupo de judíos seguía las enseñanzas de un líder llamado Jesús. De a poco este movimiento fue ganando adeptos que no eran judíos, y así fue quedando claro que se trataba de una nueva religión. Este nuevo culto sería conocido como Cristianismo.

Jesús era considerado el hijo del Dios único al que veneraban los judíos. El judaísmo esperaba la llegada del Mesías, un hombre que estaría lleno del espíritu de Dios, y fue Jesús quien ocupó este lugar para los que optaron por el cristianismo.

En el Imperio Romano los primeros cristianos fueron fuertemente perseguidos a causa de su fe. Los castigos eran variados y en algunos casos llegaban a la muerte. Sin embargo el cristianismo continuó propagándose durante unos 300 años.

La persecución terminó en el siglo IV, cuando la religión fue legalizada por Constantino I, quien se había vuelto cristiano antes de asumir como emperador. Como gobernante, Constantino ofreció protección a los cristianos y permitió que construyeran iglesias por todo el Imperio. Posteriormente, en el año 380, el emperador romano Teodosio declaró que el Cristianismo Católico era la religión oficial del Imperio Romano y proscribió todas las otras prácticas religiosas.

Libres para ejercer su culto, los cristianos comenzaron a organizar su iglesia en parroquias que eran supervisadas por curas. Estas parroquias se agrupaban en diócesis, que eran conducidas por los obispos. Luego de la caída del Imperio Romano de Occidente, el obispo de Roma comenzó a reclamar autoridad sobre los demás y se dio a sí mismo el título de Papa.

Aunque las parroquias de la Europa occidental terminaron aceptando la autoridad del Papa, las iglesias orientales, dentro del Imperio Bizantino, no lo hicieron así. En consecuencia surgieron dos grandes iglesias cristianas que aún subsisten hasta el día de hoy: la Iglesia Católica Romana y la Iglesia Católica Ortodoxa.

EL IMPERIO ROMANO

EL IMPERIO ROMANO


El Imperio Romano es el periodo comprendido entre la proclamación de César Augusto como Emperador Romano en el año 27 a.C. hasta la caída del Imperio Romano de Occidente en el año 476 d.C.
Sin embargo, en muchas ocasiones se denomina Imperio Romano a un periodo mucho más largo, que va desde la fundación de Roma en el año 753 a.C. hasta el año 1453 d.C. fecha en la cual se produce la caída del Imperio Romano de Oriente.
Así podemos dividir el Imperio Romano en las siguientes etapas:

Fundación de Roma y Monarquía

Según narra la leyenda en el año 753 a.C. Roma fue fundada por Rómulo en la colina del Palatino, este fue en efecto el emplazamiento de la ciudad, pero el mito que rodea la figura de Rómulo que supuestamente fue criado junto con su hermano por una loba se encuentra en entre dicho.
Roma en el momento de su fundación se estableció como una monarquía, siendo precisamente Rómulo el primer rey, tras él 6 más reyes de distintas procedencia gobernaron Roma.
Durante esta época se construyó el Circo Máximo, se constituyó el Senado y los límites de Roma se expandieron, convirtiéndose en la principal población de la región italiana de la Lazio. El fin de la monarquía se alcanzó en el año 509 a.C. cuando una revolución acabó con Tarquinio el Soberbio y el Senado decretó que Roma jamás volvería a ser gobernada por reyes. Daba comienzo la República Romana.

República Romana

Tras la tiránica monarquía ejercida por Tarquinio el Soberbio, se instauró en Roma la República. El Senado era el órgano que tomaba las decisiones y dentro de él, dos cónsules o magistrados cónsules eran las personas con mayor poder.
Con la República comenzó un periodo de expansión de Roma, pronto conquistó toda Italia y se enfrentó con la hasta entonces mayor potencia mundial, Cartago en las denominadas Guerras Púnicas. Un total de tres enfrentamientos que comenzaron 264 y se alargaron hasta el 146 a.C.
Tras la victoria en las Guerras Púnicas Roma se convierte en la principal potencia del Mediterráneo y Cartago se ve reducida a cenizas. Sin embargo, las victorias en el terreno militar no hicieron sino incrementar las diferencias entre las distintas clases de ciudadanos. El número de esclavos y plebeyos empobrecidos se multiplicó y se originaron numerosas revueltas y guerras civiles.
El método de gobierno no era eficiente y surgieron el Primer Triunvirato (Pompeyo, Julio César y Craso) que terminó con una guerra civil entre los dos primeros tras la cual Julio César se estableció como dictador. El César fue asesinado en el episodio de los Idus de Marzo, tras ello surgió el Segundo Triunvirato (Lépido, Marco Antonio y Octavio Augusto) del mismo modo que la primera concluyó con una guerra civil entre los dos últimos integrantes. Octavio Augusto se impuso a Marco Antonio y en el año 27 a.C. fue proclamado Emperador por el Senado que significa jefe de todos los ejércitos. Con Octavio Augusto da comienzo un periodo de transición de República a Imperio.

Imperio Romano

Periodo que transcurre desde la proclamación de Octavio Augusto como Emperador hasta la desaparición del Imperio Romano de Occidente en el año 476 d.C.
Numerosos fueron los Emperadores que dirigieron Roma, unos mejores y otros peores. Durante el Imperio se suavizaron las diferencias entre clases, se alcanzó la máxima expansión territorial (de la mano de Trajano) y se vivió la Edad de Oro de Roma durante el Siglo II d.C. con los Cinco Buenos Emperadores (Nerva, Trajano, Adriano, Antonino Pío y Marco Aurelio).
Sin embargo, hubo Emperadores que con sus excesos y tiránica actitud castigaron mucho a Roma. Además el inabarcable imperio que se había conformado tras tanta conquista hacía prácticamente imposible la correcta administración de todos los lugares del Imperio. Las invasiones bárbaras y las revueltas de poblaciones fronterizas así como las campañas emprendidas por algunos Emperadores desgastaron mucho al Imperio.
Durante el reinado de Diocleciano, se produjo una separación ficticia del Imperio según la cual había dos Emperadores que dirigían dos mitades del imperio, una en Occidente y otra en Oriente. La separación se hizo oficial cuando en el año 395 d.C. tras su muerte, Teodosio repartió el Imperio entre sus dos hijos. Surgían entonces el Imperio Romano de Occidente y el Imperio Romano de Oriente.
El primero, terriblemente desgastado tras las incansables incursiones bárbaras, el malestar social por la mala gestión de las tierras y el cristianismo, desapareció el año 476 d.C. El segundo perduró cerca de 1000 años más con el nombre de Imperio Bizantino.

Imperio Bizantino

También denominado Imperio Romano de Oriente, pues surgió tras la división del Imperio Romano. Se estableció en la zona de Bizancio y se escogió como capital del Imperiocreada años atrás por Constantino el Grande. Fue un próspero Imperio durante más de 1000 años hasta que la presión del Imperio Turco-otomano conquistó Constantinopla en el año 1453.